
En 1896, Becquerel, examinó las sales de un metal raro, llamado Uranio. Observó algo que lo sorprendió: las sales de uranio emitían radiaciones en forma espontánea y estas radiaciones eran diferentes y desconocidas.
Madame Curie, buscaba un tema para su tesis de doctorado y decidió estudiar las radiaciones descubiertas por Becquerel. Investigó si existían otros elementos que las emitieran y descubrió que el torio también tenía esta particularidad y lo llamó "radiactivo".
Al continuar su investigaciones encontró elementos aún no conocidos y que también eran radiactivos, a los que llamó POLONIO y RADIO.
